Spodoptera frugiperda es una plaga que constantemente acecha la producción de maíz en el norte, donde la Red de Manejo de Plagas de Aapresid lideró una jornada para conocer el estado de situación y brindar recomendaciones para su manejo responsable.
El gusano cogollero (Spodoptera frugiperda), es la plaga más importante del cultivo de maíz en Argentina, y más aún en el norte del país y en maíces tardíos, donde la presión y los picos poblacionales son más altos, pudiendo causar daños muy significativos.
Por este motivo, el pasado 14 de marzo, REM en conjunto a la Chacra Sachayoj realizaron una jornada a campo donde se puso en escena cuál es el aporte que hacen las biotecnologías de semilla, el uso de insecticidas y el manejo inteligente de refugios en maíz.
Imagen 1: La problemática y el debate entre productores, técnicos y especialistas en “El Estribo”, Sachayoj.
Monitoreo: frecuencia y umbrales de daño
Como especialista invitado a la jornada el Ing. Agr. Ignacio Luna, hizo hincapié en que “el monitoreo debe comenzar bien temprano, desde v1 - v2 en adelante, identificando oviposiciones y presencia de larvas pequeñas. La frecuencia de monitoreo debe ser de al menos una vez por semana”. Sabemos que cuando comienza el daño, las visitas deben realizarse cada 2 o 3 días, ya que, con condiciones ambientales favorables, el avance es muy rápido y la plaga se introduce en el cogollo con toda la dificultad de control que eso significa.
Se deben revisar plantas consecutivas teniendo en cuenta presencia de daño -lesiones con perforaciones irregulares y asimétricas- y la severidad, utilizándose la escala de Davis. A partir de esta evaluación se define el control de la plaga, en general con umbrales del 20% de plantas con raspado en V3-V4, prestando atención a las hojas sin desplegar y en especial al cogollo.
El daño que genera esta plaga puede ser extremo si no se toman los recaudos correspondientes. A modo de ejemplo, Luna mostró evaluaciones que vienen realizando con su equipo en INTA Quimilí sobre materiales No Bt -sin control y con control-, que evidencian la evolución de la presencia de S. frugiperda por planta y la relación del % de plantas con daño de escala Davis 4+ (lesiones alargadas entre 1,3 – 2,5 en hojas del cogollo y hojas desplegadas) respecto a los días de emergencia.
El demostrativo de REM y las estrategias de protección
Hoy la estrategia de protección más efectiva es sin dudas la elección de cultivares Bt y que la performance de esa tecnología aún sea alta. El aporte de estas en los últimos años es innegable, pero su cuidado no fue el recomendado. En la actualidad, para el caso de una de las proteínas, ya hay declarada resistencia de Spodoptera frugiperda, mientras que otras sólo se evidenciaron algunas fallas de control a campo.
Otra de las herramientas para el manejo de esta plaga es la aplicación de insecticidas foliares. Existen en el mercado varias opciones efectivas, siempre y cuando se apliquen en tiempo y forma, lo que implica un monitoreo inicial y un conocimiento de la plaga y del comportamiento del insecticida, sabiendo también cuál es su sitio de acción para rotarlos, en caso de necesitar más de una aplicación.
Imagen: % de lotes tratados con insecticidas foliares en maíces con diferentes tecnología Bt.
En la recorrida de las parcelas demostrativas durante la jornada testimonial de Sachayoj, se buscó conocer el estado de situación que tiene cada una de las tecnologías disponibles en el mercado, como así también el aporte de los insecticidas foliares que las empresas que acompañan a REM dispusieron como estratégicas.
¿Cómo se vienen desempeñando los materiales Bt?
Los cultivos resistentes a insectos o Bt le deben esta denominación a la bacteria Bacillus thuringiensis de la cual se extraen proteínas que son tóxicas para ciertos insectos. Estas proteínas pueden ser tipo Cry (PW exclusiva en los tratamientos 3 al 11) o Vip (PWU en los tratamientos 12 y 13), ambas provocan parálisis del sistema digestivo de la plaga, la cual deja de alimentarse y muere.
Las proteínas Vip siguen siendo las más eficaces en el control, mostrándose casi infalibles. Pero su uso se está masificando y eso es un llamado de atención respecto a que puede traer complicaciones de resistencia. En lo que respecta a la evaluación del demo, los comportamientos de ambas biotecnologías como el aporte de los insecticidas marcó la diferencia. El único tratamiento con un daño significativo por parte de la plaga (cercano al 40% de plantas con lesiones mayores a Davis 3), fue el que incluyó un híbrido no Bt y que no recibió tratamiento de insecticida foliar.
Refugios y cuidados de las herramientas disponibles
Para la Asociación de Semilleros Argentinos, alargar la vida útil de las tecnologías Bt es posible, para ello es fundamental la siembra de refugio, acompañada de otras buenas prácticas agrícolas.
El refugio aporta al lote mariposas susceptibles que se cruzarán con las resistentes que surjan de la parte Bt del lote. Sus hijos serán susceptibles y controlados por la tecnología Bt. Así, el porcentaje de mariposas resistentes se mantiene en niveles muy bajos.
En maíz, cuidar la tecnología Bt tiene un costo de 10 U$S por hectárea y consiste en sembrar el 10% del lote con un híbrido no Bt (que puede ser tolerante a herbicidas) de ciclo similar al Bt, en la misma fecha de siembra y a no más de 1.500 metros de la planta Bt más lejana.
Para que cumpla con la función de aportar mariposas susceptibles, el refugio debe ser monitoreado por separado y puede recibir hasta dos aplicaciones de insecticidas para control de cogollero hasta la etapa V8. Debe recordarse también que el refugio en bolsa solo es efectivo en zonas de baja presión de cogollero.
Siempre es recomendable aplicar otras prácticas como rotación de cultivos, monitoreo integral de plagas y malezas y rotación de principios activos. La resistencia empieza en el lote. Por eso, a no dormirse y sembrar refugio.
Fuente: Aapresid - https://www.aapresid.org.ar/blog/cogollero-maiz-tecnologia-refugio-monitoreo-manejar