Actualidad. Programa MRI

Uno para todos y todos para uno

El famoso lema que inmortalizara Alejandro Dumas y los tres mosqueteros podría aplicarse el impulso que ha tenido el Programa Manejo de Resistencia de Insectos de la Asociación de Semilleros Argentinos ya que, gracias al trabajo colaborativo de toda la cadena maicera a favor de uno, la siembra de refugio, se ha podido alargar la vida útil de las proteínas Bt



Un poco de historia: el Programa Refugio

En el año 1998, de la mano de la aprobación del primer maíz Bt. La Asociación de Semilleros Argentinos (ASA) asumió ante las autoridades regulatorias fomentar el cuidado de la tecnología mediante el correcto manejo del refugio. Así nació el Programa Refugio, que reunió a los técnicos de las empresas desarrolladoras para trabajar conjuntamente en la elaboración de recomendaciones técnicas para el productor y planificar ensayos para monitorear la susceptibilidad de plagas blanco a las proteínas Bt en el mercado. Todas las empresas daban a  sus clientes las recomendaciones discutidas y consensuadas en ASA. Lo cierto es que eran otros tiempos, solo había híbridos con eventos simples (proteína Cry 1Ab) y la principal plaga entonces era el Barrenador de tallo (Diatraea saccharalis).
  

Maíces Bt + flexibilización de la fecha de siembra = maíz tardío

Históricamente el maíz se sembró entre septiembre y octubre en lo que llamamos zona núcleo (centro del país). Hacerlo después de esa fecha y en otras latitudes era imposible porque la presión de las plagas, especialmente el gusano cogollero (Spodoptera frugiperda), lo hacía inviable económicamente. 

La llegada de la proteína Cry 1F, con control eficiente de cogollero, y más tarde los híbridos con eventos apilados, lograron la expansión de la superficie cultivada de maíz hacia otras zonas y los productores argentinos comenzaron a sembrar maíz tardío, entre los meses de noviembre y enero. Este salto tecnológico fue posible primero, por los Bt y luego por el mejoramiento que trabajó mucho en lograr híbridos de ciclo corto con excelente calidad y rendimiento. Esto llevó a que más del 95% del maíz sembrado en el país fuese maíz Bt. Pero, con toda esta expansión se fue olvidando la premisa fundamental: el cuidado de la tecnología, y así el porcentaje de opción de refugio apenas superaba el 20%.

Primer caso de resistencia: inicio del trabajo colaborativo 

Esas luces amarillas estaban encendidas, en la campaña 2013/2014 se transformaron en rojas cuando se reportó daño no esperado, que luego se confirmó como resistencia de barrenador del tallo en híbridos con proteínas que Cry 1F y Cry 1A.105 en el norte de la provincia de San Luis. 

El estudio del caso nos permitió entender la razones del desarrollo de la resistencia y además de las condiciones climáticas favorables para el desarrollo de la plaga (alta humedad, ausencia de heladas, poca rotación de cultivos), el denominador común entre todos los productores afectados fue la ausencia de refugio. Rápidamente desde ASA se desarrolló un plan de mitigación con el objetivo de seguir produciendo rentablemente maíz en la zona a pesar de la resistencia. La ejecución del plan se realiza (estamos ya en la 11º campaña) con la colaboración de autoridades regulatorias, instituciones públicas y privadas y los productores. Hemos pasado de tener 0% de refugio a un cumplimiento cercano al 90% en toda la zona afectada. 

Programa a MRI: la consolidación de la unión

El aprendizaje que nos dejó el “caso San Luis” a reformular el Programa Refugio y transformarlo en el Programa Manejo de Resistencia de Insectos, incorporando el mismo las dos asociaciones de productores más grande del país CREA y AAPRESID, a una asociación de monitoreadores (AAPCE) y a instituciones públicas y privadas. Este trabajo multidisciplinario nos permite, por un lado monitorear las plagas y las tecnologías de control, y por otro capacitar a técnicos y productores sobre la importancia de la siembra de refugio y la aplicación de otras buenas prácticas de manejo para el cuidado de la tecnología, medir la adopción de las mismas a través del Relevamiento de Tecnología Agrícola Aplicada (ReTAA) y certificar la siembra del refugio en la provincia de Córdoba. 

Los resultados nos tienen muy satisfechos: 50% de opción de refugio del maíz, más de 1 millón de oyentes alcanzados con micros radiales, 10 mil técnicos y productores capacitados y, fundamentalmente, la producción y venta de semillas refugió en cantidad y calidad. Pero esto no es todo y cada campaña agrícola vamos por más. Vamos por el objetivo de alcanzar el 70% de implementación de refugio porque cuando somos uno para todos y todo para uno podemos lograrlo.


Fuente: https://www.seedworld.com/flipbooks/flipbook_latam1_spanish/?page=32

Artículo publicado en la primera edición de la revista Seed World LATAM. Este medio divulga información sobre el mercado semillerista, sus desafíos, oportunidades y perspectivas a futuro, representando una oportunidad única para informarse y mantenerse actualizado con las últimas tendencias, pero también para promover los servicios y productos entre los públicos objetivos.